La técnica de ingeniería inversa que proponemos al cliente empieza por el análisis visual y dimensional de la pieza que se desea replicar. En esta fase resulta indispensable entender a la perfección los requisitos de esa pieza para el cliente, es decir, la función que desempeña en el producto o sistema del cual forma parte, y su integración con otras piezas o componentes, además de conocer otras especificaciones que deba reunir, como la materia prima que se ha de utilizar y las características de su diseño.

A partir de la información recopilada, podemos realizar un análisis que nos permita identificar de manera objetiva las características obligatorias de la pieza y eliminar, en la medida de lo posible, todos los aspectos que resulten superfluos. Este análisis se lleva a cabo en estrecha colaboración con el cliente, y puede conducir a una importante reducción del coste de producción de la pieza.

A partir de ese momento, pasamos a las habituales fases de diseño y fabricación de la herramienta o herramientas de estampación, de producción y aprobación del prototipo, y de producción y aprobación de la preserie de piezas hasta que nos encontremos en condiciones de producir en serie, en nuestras propias instalaciones o en las del cliente, la pieza que se desea.

Evidentemente, todo este proceso de optimización puede llevarse a cabo bajo acuerdos de confidencialidad para proteger los intereses del cliente.